El magnate que vino de la tierra prometida


Lo primero que me vino a la mente cuando oí hablar de Mr. Selfridge (ITV) fue que seguramente me gustaría menos que The Paradise (BBC). La comparación entre ambas series es inevitable, puesto que ambas tratan de los orígenes de dos grandes almacenes y las dos cuentan con dos protagonistas masculinos carismáticos pero con ciertos claroscuros.

Sin embargo, una vez empecé a ver la serie, creo que no volví a pensar más en The Paradise, hasta ahora mismo que estoy escribiendo estas líneas. Así de diferentes son ambas producciones, empezando por los interiores de los almacenes (me quedo con el romanticismo de la sección de Ropa de Mujeres de The Paradise), y pasando por la evolución de las tramas y la personalidad y desarrollo de los personajes.

Cuando hice mi review de The Paradise comentaba que lo que menos 
me había gustado fue esa estructura un tanto acartonada del asuntillo del día: cada episodio presenta un conflicto, y cada episodio termina con la resolución de dicho conflicto. Puede ser la visita inesperada de algún familiar, o una misteriosa desaparición de algún producto, o quizá la aparición de una frívola proveedora que revoluciona un poco la vida cotidiana de los trabajadores. El caso es que al final del día todo volverá a la normalidad y Denise y Moray se reencontrarán y tendrán alguna conversación repasando los acontecimientos. En el caso de Mr Selfridge creo que se manejan mucho mejor este tipo de tramas, al menos a mí no se me hicieron tan evidentes. Además, en su gran mayoría tienen una continuidad que sobrepasa el capítulo para ir desarrollándose a lo largo del tiempo. Es verdad que suelen haber apariciones esporádicas, pero estas funcionan de un modo anecdótico, para darnos a conocer que hubo muchísimos personajes célebres que se pasaron por estos grandes almacenes aumentando la popularidad de los mismos, desde Arthur Conan Doyle hasta el Rey, pasando por deportistas, aristócratas o actrices y bailarinas clásicas. 


La serie tiene muy presente que la época en que se desarrolla era un momento de grandes cambios sociales, sobre todo por parte de las mujeres, que en poco tiempo consiguieron adquirir un mayor protagonismo e importancia. Hay incluso un episodio que gira en torno a las manifestaciones de las mujeres para conseguir el derecho al voto.


Me ha gustado mucho cómo se nos presenta el personaje de Harry Seldfrige, interpretado por un Jeremy Piven que a priori no me convencía demasiado, pero que finalmente me acabó cautivando con su entusiasmo. Creo que es un gran acierto el tratamiento que el guionista Andrew Davies (Middlemarch) ha hecho sobre el personaje, no presentándolo sólo como un hombre seductor y brillante a quien todo le sale bien. De hecho, este hombre tiene tantas virtudes como defectos. Puede ser valiente y resuelto, pero adolece de ciertas debilidades como el alcohol o las mujeres que implican que mienta continuamente a su mujer y que descuide a veces a su familia. Incluso tiene una discusión con su mujer en la que tiene el morro de decirle que no disfruta con tantos líos de faldas. Vamos, será que le obligan... 



El plantel de secundarios es muy extenso, pero no todos los personajes son igual de interesantes. De todos ellos me quedo con Lady Mae (Katherine Kelly), una aristócrata que la primera vez que la ves da la impresión de ser una auténtica bruja, y seguramente lo sea, pero yo no pude evitar acabar rendida a sus pies. Me encanta su ironía y su inteligencia, su conocimiento preciso sobre cómo funciona el mundo en que se mueve, su lucha por conseguir más derechos para la mujer, los prácticos consejos que le da a la familia Selfridge, incluso su caprichosa forma de ser. Le encanta decir que su esposo, el señor Loxley, está normalmente en el campo, mientras ella prefiere estar normalmente en Londres. ¡La adoro! Estoy deseando ver cómo se interrelaciona con su marido en la segunda temporada (en esta primera nunca llegamos a verlo). 

Luego tenemos a Ellen Love (Zoë Tapper), artista de cabaret que se convierte en la amante de Harry, pero que pronto comienza a darle más problemas que alegrías. Su personaje es un tanto tópico y no aporta gran cosa, pero sí me gustó el giro que se le da al final al personaje, en esa escena ya mítica de la obra de teatro.

También se podría destacar a la jovencita Agnes Towler (Aisling Loftus), con gran ambición y una mente más privilegiada que la de sus compañeras. Y por supuesto el francés, Henri Leclair, diseñador de escaparates, que tiene una elegancia natural y un saber estar que cautiva. Miradlo ahí abajo, qué estilo tiene. Ays, es que está de muy buen ver. Pero creo que en líneas generales, y salvo el caso de Lady Mae, la mayoría de personajes están poco desarrollados, y les falta un poco de chispa.

Sin querer destripar demasiado sobre el argumento de la serie, sí quiero decir que está repleta de historias de amor y/o sexo, la mayoría secretas o prohibidas. Algunas más apasionadas que otras, algunas más románticas que otras. Me ha gustado especialmente la protagonizada por la jefa de la sección de Complementos, Miss Mardle, de quien por cierto, acabo de ver una foto de ella sin estar caracterizada y parece muchísimo más joven que en la serie, de hecho según veo aún no ha cumplido ni los 40. Por cierto, me encantan este tipo de datos: acabo de descubrir que es la mujer de Martin Freeman (Sherlock, El Hobbit).

En fin, Mr Selfridge es una serie muy entretenida, que se pasa en un suspiro, porque en cuanto terminas de ver un episodio ya quieres ver otro. A mí al menos me pasó eso, me enganchó y en una semana ya me la había finiquitado. Si os gustan las historias de época no la dejéis pasar. Quizá no tenga una historia tan emocionante y sentimental como The Paradise, ni una historia de amor tan bonita como esta o una protagonista tan arrolladora y hermosa como Denise, pero es una buena serie y os la recomiendo.



Lo mejor:
La tridimensionalidad del personaje protagonista, la interpretación de Jeremy Piven, la ambientación, el vestuario, Lady Mae.

Lo peor:
Hay algunas actrices que no me convencieron del todo. El hecho de que no llegas a identificarte con ningún personaje , porque no hay ninguno que te llegue al corazón y que provoque que te encariñes con él.


Fuentes de las fotos: 1, 2, 3, 4, 5, 6 
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Milan Tomic

Hi. I’m Designer of Blog Magic. I’m CEO/Founder of ThemeXpose. I’m Creative Art Director, Web Designer, UI/UX Designer, Interaction Designer, Industrial Designer, Web Developer, Business Enthusiast, StartUp Enthusiast, Speaker, Writer and Photographer. Inspired to make things looks better.

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